CRIATURA, sin serlo
contienes más que tú
-langosta y plaga
No devores un ala
por parecerte ajena
Tu debut fue en la noche
En tu noche hubo un Verbo
voraz como un embrión
Brotaba. Brotabas cual rocío
y más líquido
Y móvil
No escucho tus cadenas
criatura de sótano
Es tu voz lo que oyes
Contempla la vitrina del milagro
No devores ni un ala
-si volares-
por parecerte ajena.:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
C.Blázquez de Cóndrulos
2 comentarios:
Tu poema me sitúa de frente ante la "criatura" voraz que viva en las sentinas y todavía no he aprendido a controlar a pesar de los años. Me recuerda aquellos poemas que hace tiempo escribi, y cuya voz -también silenciosa- no era mi voz sino la voz -destructora y creante- de un animal oscuro que me inquieta y a un tiempo me seduce. Siempre me ocurre lo mismo con tus poemas: son como un fuego al que no puedo dejar de acercar la mano, aún a sabiendas del dolor que se avecina...
Carlos, gracias por avecinarte en el dolor, uno sabe donde le duele, y luego a través de los poemas, comprueba con cierto consuelo, que a todos nos duele en el mismo lugar, nos duele todo, Carlos, pero qué hay fuera de eso, algo habrá supongo, quizás la voluntad, la esperanza de que todo tiene un movimiento, nada, ni el dolor, es estático.
Un abrazo
k
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