ANATOMÍA DE LA CASA
Justo bajo la eczemática
y desconchada dermis
frenético susurro de viejas.
Comezón.
Bajo la techumbre
esclerosis de luz que envejece,
en los mohosos pulmones del sótano
tuberculosis de oscuridad.
Y ni la luna tiende
una gota de antibiótico esmerilado.
Las paredes sufren
insuficiencia cardíaca,
los balcones derraman
las sangrientas lágrimas del secreto.
Pero bajo toda la osificación,
en un asombroso órgano
de meses y de lechos,
de vigilias y sueños,
de estufas y tazones
un caliente tejido de vida:
biosíntesis
de impalpable felicidad,
biosíntesis
de energía para venir y llegar,
edificar ciudades,
lavar la ropa,
amar,
odiar,
juzgar
y entender.
Y de habitación en habitación,
de célula en célula,
por fibras invisibles
circula la memoria de las generaciones:
el hogar.
Mientras quede
piedra sobre piedra
y un solo hombre
y una sola mujer
de ME PARECE PROMETEDOR QUE TANTA GENTE TENGA CABEZA, Cátedra-Poesía, 1990
No hay comentarios:
Publicar un comentario