Los investigadores de la Estación de Hidrobioloxía "Encoro do Con" de la Universidad de Santiago de Compostela hacían una rutinaria toma de muestras en las aguas del concello de Muros, cuando cuál fue su sorpresa al encontrarse una rana que tenía más extremidades de lo normal. De hecho, el anfibio contaba con 5 patas y dos pies en la pata extra, algo nada común en estos animales.
Aunque al parecer, este fenómeno ya es conocido en varios países, como por ejemplo en Estados Unidos. Allí hubo un gran incremento en las porcentajes de anfibios deformes en las poblaciones de varias especies de ranas.
Así, desde los años noventa, numerosos investigadores dedican su tiempo y recursos al estudio de esta problemática.
Al parecer, los especialistas apuntan que todo se debe al exceso de fertilizantes y al mal uso de pesticidas.
No en vano, estos productos pueden provocar por si mismos aparición de malformidades o bien pueden alterar los medios acuáticos en los que viven los anfibios.
Parásitos y metales pesados
Asimismo propician la expansión de determinados parásitos, responsables, en muchos casos, de que estos animales tengan problemas en el proceso de desarrollo de las extremidades.
Pero, los científicos no descartan otras hipótesis sobre este fenómeno, tales como la influencia de la radiación ultravioleta o los efectos de tóxicos causados por metales pesados.
La influencia de los daños físicos en las fases larvales también es otra posibilidad.
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