LA PLEGARIA conduce a las tiendas del cáñamo, a los lugares donde el vino se alza en reparación. Más allá, fresco en la oscuridad, comienza el vuelo de los grandes cuchillos: grasa y fulgor sobre los mostradores sangrientos. Bellos son los cadaveres azules. Escuchamos hierros y respiramos el olor a sal de peces endurecidos entre espejos, y la sombra es verde delante de nuestros pasos hasta el lugar donde la leche descansa bajo sudarios transparentes. Utilidad de la muerte; frialdad de los animales sacrificados en los patios distantes; sábado bajo los tímpanos industriales. (de Lápidas, 1977-1986)
2 comentarios:
creo que aquí iría mejor la foto de una fábrica llena de obreros trabajando.
o no?
o sí?
o quién sabe?
saluditos
A mí, sin embargo, las imágenes del poema de Gamoneda, no me llevan a una fábrica de hilaturas textiles o de coches, me sugieren más un ambiente donde se manufacturan por decirlo así, los animales, azules, sacrificados.
Gracias,e por tus comentarios, por tu lectura
Un abrazo
k
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