Siete años antes de esa noche en la que saltó desde el puente de Mirabeau al Sena, Paul Celan escribió este poema en recuerdo de Marina Tsveitáieva, la que a su vez se ahorcó en 1941; ella se solidarizó con Ossip Mandelstamm, cuando éste fue encarcelado y deportado a un campo de trabajo en Vladivostok, donde murió en 1938.
Había un libro abierto sobre su mesa, una biografía de Hölderlin, y Celan había subrayado estas líneas: “A veces el genio se oscurece y hunde en lo más amargo del corazón”.El día primero de mayo siguiente,un pescador encontró su cuerpo. El 20 de abril de 1889 nació Adolf Hitler.
Y CON EL LIBRO DE TARUSA de La Rosa de nadie-1963-Paul Celan Todos los poetas son judíos. Marina Tsveitáieva
De
la constelación del Can, de
su estrella brillante y del luminar
enano que urde con ella
caminos reflejados hacia la tierra,
de
cayados de peregrino, también allí, de lo austral, extraño
y cercano justo una fibra de la noche
como palabras insepultas,
vagando
por la esfera de influencia de las metas
alcanzadas y cipos y cunas.
De
lo por ventura-y-pre-y-de-paso-hacia-tui-dicho,
de
lo dicho
hacia arriba,
que allí está dispuesto, como
una de las piedras del corazón, que se escupen
junto con su in-
destructible mecanismo de relojería, fuera
en el des-campado y el destiempo. De tal
tic-tac en medio
de los guijos-dados con
esa línea que puede seguirse hacia atrás y adelante
por la huella de hienas,
la ancestral de-los-del-nombre-y-su-
barranco-redondo.
De
un árbol, de uno.
Sí, también de él. Y del bosque alrededor. Del bosque
no hollado, del
pensamiento del que creció como sonido
y semisonido y resonado ysinsonuido, a lo escita
entrerrimados
al ritmo
de las sienes de los desplazados,
con
respirados tallos
de estepa escritos en el corazón
de la cesura de las horas-en el reino,
en el más amplio
de los reinos, en
la gran rima interna
más allá
de la zona de los pueblos mudos, en ti,
balanza de lenguaje, balanza de palabra, balanza
de país-natal exilio.
De este árbol, de este bosque
Del sillar
del puente, del que
él rebotó
hacia la vida, en vuelo
de heridas,-del
puente de Mirabeau.
Donde el Oka no fluye. Et quels
amours¡
(Lo cirílico, amigos, también
lo trasladé por el Sena,
lo trasladé cabalgando por el Rin)
De una carta, de ella.
De la carta única, de la carta del este. Del duro,
minúsculo montón de palabras, del
ojo inerme, que él introdujo
a los tres
bordones del cinturón de Orión .¡Bordón
de Jacob, tú,
vienes otra vez andando¡-
en el atlas celeste, que se le abrió.
De la mesa donde esto ocurrió.
De una palabra del montón,
junto al que ella, la mesa,
se convirtió en banco de remeros, desde el río Oka
y las aguas.
De la palabra de al lado que
un galeote hace crujir en la oreja de final de verano
de su chumacera
de sutil
oído:
Cólquide.
Trad. J.L.Reina Palazón,Paul Celan Obras completas, edit Trotta
Leo Ferré, canta El Puente de Mirabeau, de G.Apollinaire
2 comentarios:
Un estruendo:la
verdad misma
hace acto de presencia
entre los hombres
en pleno
torbellino de metáforas.
Paul Celan
"Cambio de aiento"
Un bello homenaje, Karmen. Gracias.
Gracias Mar, por sumarte a su recuerdo
Abrazo
k
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