plano de la casa de Samsa,

plano de la casa de Gregor Samsa, por Nabokov

martes, 9 de noviembre de 2010

Dolores ETCHECOPAR-de El comienzo-




1.

hay un espacio entre mi madre y yo
tiene una piedra
allí encontré al cartero llorando



6.

niña petrificada en el agua santa
de una ventana de hospital
arriba de los Andes
mientras duermes
de mi rostro desciende con dulzura
la melodía de tu cuerpo
constituido por miles de finas napas
de soledad y luz y tiempo
mientras duermes
se mueve una montaña
tus perros salvajes
huyen en jaurías
atraviesan la nieve del poema
donde ya no se escucha la puerta del mundo



8.

tu muerte y mi vida
están sucediendo juntas
se extrañan
se crían



13.

hay palabras preciosas
gemas que se abren misteriosamente
cuyas facetas destellan algo que se quiebra
antes de completarse
así es la palabra aquiescencia
difícil de pronunciar
esquiva como un hilo de agua
que fluye entre las aristas filosas
de la palabra no



19.

tengo miedo
te abrazo con estas palabras
que salen de sus guaridas
como animales
de una rara tristeza



32.

el sonido de la tormenta
estuvo aquí

el silbido del desastre

un disparo a la intemperie
del corazón

miles de flores amarillas
cerraron sus puños

dejarlo solo entre los pájaros
y la sangre

¿dónde está el cielo?

dejarlo cerca del agua que lava el corazón

ciérrenme les digo a mis ojos
quiero ir en las alas de la lluvia
a su tumba

dejarlo solo en el paisaje

hay que caminar hasta el cielo
para encontrar esa espiga sola
derribada en los ojos
de cada uno

a la memoria del Vasco Etcheverry



47.

acerco mi corazón a la oscuridad de este río

¿qué harán sus materias coléricas y la dulzura
que viene del fondo?

¿tengo voz
para llegar a esta ciudad
a este tiempo?

la devastación no alcanza a detener
el traspaso de un pensar delicado

cada cosa
ruega amor



62.

en la sombra de mi ojo
aparece la casa de la nieve
mi madre escribía los cuentos
sobre el cuaderno mi madre parpadeaba
cuando ni yo ni los árboles sabíamos leer

huecos sonoros de su vestido
gacelas que huyeron de los muros
esa sola vez
ella recostó sus palabras en mi cuerpo

voy allí me duelen de ir los pasos
voy a la silla vacía
junto a una ventana de Estocolmo
por caminar en el silencio
escribo y borro lo escrito
por caminar en el silencio
arrastro el carozo de sus presentes
siembro otra boca en mis pasos

escribo una oración ocupada por un animal
que no deja ver las palabras
escribo mamá en el vapor
escribo mientras su nombre y mi aliento
se funden y las partículas de pena
tornándose luz se esfuman
hacia la transparencia




El comienzo

Buenos Aires, hilos editora, 2010

Dolores Etchecopar, poeta y pintora nacida en Buenos Aires en 1956
Obra publicada: Su voz en la mía (1982), La Tañedora (1984), El Atavío (1985),
Notas salvajes
(1989) y Canción del precipicio (1994)
tomado de Ignoria
en este blog otro poema aquí

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