-Te hago saber que las hileras aun esforzándose en su rectitud, entrañan un poderoso afán no ardiente, sino táctil memoria de cadenas, menester del surco que abrió en el éter el primer soplo sujeto al peso del anhídrido, aún desconocido su periplo.
-Te hago saber que otro milagro ha sucedido. ¿Paradoja tú lo llamarás?...
Mas si la línea es un sinfín de puntos, y cada punto carece de superficie, la línea, hilera al fin, no tiene superficie, pero se han adosado mil y una líneas como noches, evacuándose todo resto del éter entre ellas y he ahí que una estela planea sin intersticios, tapiz de Aladino, basamento o conjetura,como mi andrógina elementalidad elicitada por la no contingencia del clinamen
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::-Te hago saber que otro milagro ha sucedido. ¿Paradoja tú lo llamarás?...
Mas si la línea es un sinfín de puntos, y cada punto carece de superficie, la línea, hilera al fin, no tiene superficie, pero se han adosado mil y una líneas como noches, evacuándose todo resto del éter entre ellas y he ahí que una estela planea sin intersticios, tapiz de Aladino, basamento o conjetura,como mi andrógina elementalidad elicitada por la no contingencia del clinamen
C.Blázquez-de Líticas autointuiciones-
a 3 de enero 2007-publicado en este blog
el 2 de enero 2008
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