En qué lengua me hablarás Euridice
ahora que
Ni por salvar tu vida tú
y yo sí
por salvar tu vida
¡Ah mundo!
te dejé atrás
eras mi boca
mundo eras mi boca
Euridice
tu carne
No se sacia con carne
el apetito de un dios
En qué lengua me hablarás Euridice
ahora que
Euridice en qué lengua
me hablarás de la boca
ahora que
Dulce
el excremento de la fiera
ahora
dulce suena
si yo
Yo señalé la flor
que iba a ser cortada
te dejé la señal
no viste mi cabeza
En qué lengua Euridice
no viste mi cabeza
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C.Blázquez (de Fragmentos de una extinción)
6 comentarios:
Y así el descenso a los infiernos, la búsqueda de lo elella, la búsqueda de esta voz que se decapita a sí misma, los hallazgos de fragmentación, de rota alma sintaxis.
No deja de conmoverme leerte tu poema a la par que he ido leyendo estos días el Orfeo de Juan Eduardo:
"Me redimo sin nunca redimirme
sin soñar esperanza ni perdón,
oscurecido por un polvo tétrico.
Perséfone, me olvido de tu voz,
de tus conminaciones oceánicas.
Tu imagen transparente ya no existe."
Un abrazo, donde estas rutas se rozan.
Estos días, me dices que estos días,mi querido Antonio, has estado leyendo el Orfeo de Nuestro Señor Padre, y déjame que piense que por ello, he desenterrado estos fragmentos, se movieron en el humus en que estaban casi olvidados, por esa tu Sub-lectura, apareció una lengua, apareció una cabeza que empezó a preguntar a Euridice, y yo no quería volver mi cabeza hacia ellos, yo me tapé los oídos, pero el lamento disperso de los trozos surgía vivamente, para extinguirse mejor, para eterna y tristemente extinguirse mejor, y aún hay más que fermentan lentamente, que aún bajo la tierra
Quiero pensarlo así
Ab-rezo Te
k
Hermana mía, te saludo en y desde y con este tu texto daga vuelo.
Tu vuelo es gérmen, Pat, para mi tierra
Hermana separada por el mar, hermana que la distancia no separa,
Abrazo
k
Me obligas, de nuevo, a leer a Cirlot. Me obligas con esta fractura y este viaje permanente a los infiernos en los que permanezco yo y el hombre que está dentro de mi, y que no reconozco.
Querido Carlos, creo que Cirlot "obliga", es él quien nos induce, nos dirige hacia ese renacer
Un abrazo
k
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