"Todo lo que es posible, ocurre; pero en realidad sólo es posible lo que ocurre."
Diario del 5 enero 1914
Por la mañana, al despertar del sueño:
"Alguien me dijo, ahora no me acuerdo quien, que cuando nos levantamos temprano, resulta extraño encontrarlo todo en el mismo sitio en que se dejó por la noche. La vigilia, al menos en apariencia, es un estado muy diferente al del sueño y, como ese hombre dijo con razón, se necesita una gran presencia de ánimo para, con los ojos abiertos, situar todos los objetos en el mismo lugar en que quedaron la noche anterior. Por esto mismo, el instante en el que despertamos es el más arriesgado, una vez que se ha superado, sin quedar desplazado del lugar podemos seguir viviendo confiados el resto del día. A qué conclusiones llegó ese hombre-ahora me acabo de acordar de quien era, pero su nombre es indiferente..."
De lo tachado por Franz Kafka en su manuscrito de El Proceso
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