plano de la casa de Samsa,

plano de la casa de Gregor Samsa, por Nabokov

sábado, 2 de mayo de 2009

de Cuaderno del hambre del hombre-C.Blázquez

Había un insecto muerto; aunque tenía hambre de varios días decidió no comérselo. Había comprendido lo que otros llamaban voluntad. Y dignidad. O la una por la otra. Incluso podía pensarlas excluyéndose entre sí.
Regurgitó los ácidos que ardían en su estómago y escupió sobre el insecto. Aliviada su entraña, decidió contemplar la progresiva desfiguración de aquella pútrida proteína que le hubiera proporcionado vida para uno o dos días más.
Anotó en el cuaderno: "Bajo la lucidez del hambre soporto pensamientos, incluso planifico acciones que no tendrán oportunidad de ponerse en práctica. Qué pernicioso afán ponerse a salvo. Qué pernicioso afán ponerse a salvo cuando no se conoce ningún naufragio. No todo hombre puede ser náufrago. El náufrago, por definición, quiere ponerse a salvo. El náufrago quiere

de Cuaderno del hambre del hombre-C.Blázquez

2 comentarios:

meridiana dijo...

Que voraz resulta ser esa privación.
Impactante
Un saludo
Vanesa Aldunate

karmen blázquez dijo...

Gracias Vanesa, es cierto que la privación del alimento cotidiano, descubriría en nosotros aspectos olvidados y esenciales.
Un abrazo
k