plano de la casa de Samsa,

plano de la casa de Gregor Samsa, por Nabokov

martes, 14 de octubre de 2008

de La Tentación de S.Antonio-G.FLAUBERT


Martin Schongauer, grabado de Las tentaciones de S.Antonio, 1470-75


Jan Brueghel de Velours"El Mozo", Las tentaciones de S.Antonio, en el convento de la Aprobación de Valladolid


Pieter Brueghel el Joven, La Tentación de San Antonio



Fragmento final de La tentación de San Antonio, que alaba especialmente Borges en su prólogo a este libro; el prólogo de la edición de Siruela de la que está tomado el siguiente texto, es de Michel Foucault.

[...] EL UNICORNIO.-
(se presenta.)
¡Al galope¡, ¡al galope¡
Tengo cascos de marfil, dientes de acero, la cabeza color de púrpura, el cuerpo color de nieve y el cuerno de mi frente lleva los colores del arco iris.
Viajo desde Caldea al desierto tártaro, por las orillas del Ganges y a través de Mesopotamia. Adelanto a las avestruces. Corro tan deprisa que arastro el viento. Froto mi espalda contra las palmeras. Me enrosco en las cañas de bambú. De un salto atravieso los ríos. Las palomas vuelan por encima de mí. Sólo una virgen puede contenerme. ¡Al galope¡, ¡al galope¡
(ANTONIO le ve huir.
Y con los ojos fijos, ve a los pájaros que se alimentan de viento: el Gouith, el Ahuti, el Alfaim, el Inkneth de las montañas de Caff, los Homai de los árabes que son las almas de los hombres asesinados. Oye cómo los loros pronuncian palabras humanas, luego a los grandes palmípedos pelásgicos que sollozan como niños o rien como viejas.
Un aire salado le golpea en la nariz. Ahora hay una playa ante él.)

(A lo lejos se elevan chorros de agua, lanzados por las ballenas; y desde el fondo del horizonte
LAS BESTIAS DEL MAR.-
(redondas como odres, planas como láminas, dentadas como sierras, avanzan arrastrándose por la arena.)
¡Vendrás con nosotras,a nuestras inmensidades, donde todavía nadie ha descendido¡
Diversos pueblos habitan los países del océano. Unos viven en las tempestades, otros nadan en la transparencia de las olas frías, pastan como bueyes los campos de coral, aspiran por su trompa el reflujo de las mareas, o llevan sobre sus hombros el peso de los orígenes del mar.
(Brillan fosforescencias en el bigote de las focas, en las escamas de los peces. Los erizos dan vueltas como si fueran ruedas, los cuernos de Ammón se desnrrollan como cables, las ostras hacen gritar a sus conchas, los pólipos despliegan sus tentáculos, las medusas se agitan parecidas a bolas de cristal, las esponjas flotan, las anémonas escupen agua; brotan musgos y algas.
Y toda clase de plantas extienden sus ramas, se retuercen, se alargan, se redondean en forma de abanico. Las calabazas parecen pechos, las lianas se enlazan como serpientes.
Los Dedaims de Babilonia, que son árboles, tienen por frutos cabezas humanas; las Mandrágoras cantan, la raíz Baaras corre por la hierba.)

(Los vegetales ya no se distinguen de los animales. Los políperos, que parecen sicomoros, tienen brazos en las ramas. ANTONIO cree ver una oruga entre dos hojas; es una mariposa que se echa a volar. Empieza a andar por las piedras; una langosta gris da un salto. Insectos semejantes a pétalos de rosas cubren un arbusto; restos de efímeras forman en el suelo una capa blancuzca.)

(Y las plantas se confunden con las piedras.)

(Los guijarros parecen cerebros, las estalactitas pechos, las flores de hierro tapices adornados con figuras.)
(En fragmentos de hielo, descubre florescencias, rastros de matorrales y de conchas, y no sabe si son restos de esas cosas, o esas mismas cosas. Los diamantes brillan como ojos, palpitan los minerales. ¡Y él ya no tiene miedo¡
Se tumba boca abajo, se apoya en los codos; y reteniendo el aliento, mira.)

(Unos insectos que ya no tienen estómago siguen comiendo; helechos disecados empiezan a florecer, crecen los miembros que faltaban.
Por fin, distingue pequeñas masas globulosas, gruesas como cabezas de alfileres y llenas de pestañas. Una vibración se agita.)

ANTONIO.-
(delirando:)
¡Oh,felicidad¡, ¡felicidad¡, he visto nacer la vida, he visto comenzar el movimiento. La sangre de mis venas late tan fuerte que va a romperlas. Tengo ganas de volar, de nadar, de ladrar, de mugir, de aullar. Quisiera tener alas, un caparazón, una corteza, exhalar vapores, tener una trompa, retorcer mi cuerpo, dividirme en muchas partes, estar en todo, diluirme con los olores, desarrollarme como las plantas, correr como el agua, vibrar como el sonido, brillar como la luz, adoptar todas las formas, penetrar en cada átomo, descender hasta el fondo de la materia -¡ser la materia¡
(El día aparece por fin; y como las cortinas de un tabernáculo que se levantan, nubes de oro enrollándose en anchas volutas descubren el cielo.
En el centro, y en el disco mismo del sol, brilla el rostro de Jesucristo.
ANTONIO hace la señal de la cruz y se pone a rezar.)
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Título original La tentation de Sant Antoine, trad. para edit. Siruela, Elena del Amo.

2 comentarios:

Amalia Pedemonte dijo...

K;

Grandioso este artículo; Flaubert deja entrever una línea romántica en su escritura realista y eso es un mérito artístico enaltecedor...

Saludos Aquileana :-)

karmen blázquez dijo...

Años de reescribir, le costó este libro a Flaubert, querida Amalia, obsesionado por la visión de Brueghel el Joven,( que por desgracia es el que peor se ve del post, no encontré uno que pudiera ampliarse),y es una vastísima recopilación de mitos y leyendas.
Grande Flaubert y su místico sentir.
Abrazo
k