Sólo una manzana mordida cumple con su predestinación. Yana Búkova
Parece que no
da de sí
que allí no
llega entonces
vienes a decir
vienes y bien vienes
ido y
has consentido y
decir como si nada
si nada es como es
tu nombre ahora
decir oigo
tu nombre y yo no
digo tu nombre
aquí no digo
tu nombre no
cuando me vaya
venga tu nombre
propio de mí
de la que era
mientras me daba
la vuelta de mí
de darme vueltas
sin darte de sí
mientras no olvides
mientras es
más que tú
mientras da
de sí
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C.Blázquez (de Tautoanomias)
Cabeza de mujer cincelada en latón de obús, Andre Derain, 1915
2 comentarios:
El poema da su bucle de poética inexistencia siéndose: el giro del decir es el ARMA. Y Tú sabes, y redunda, y se autoalimenta. Toda voz es silencio diciéndose.
Un abrazo, amiga.
Antonio.
Antoñito,en los Antónimos por los siglos de los siglos en acción, de gracias quedo
Ab-rezo
k
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