Un poco más tarde, cuando estaba en la escuela y tenía ya algunas nociones de cosmografía, tuve la siguiente representación del alma -aunque yo la considerara un puro fantasma, no dejaba de estar ligada indisolublemente a la idea que tenía de esa entidad- : uno de esos bizcochos secos y ligeros llamados colifichets que se colocan entre los barrotes de las jaulas y sirven de alimento a los pajaritos, atravesados por una larga aguja.
Es muy probable que esta imagen me la haya proporcionado la experiencia siguiente, descrita en un libro de geografía elemental que transcribo aquí tal como la recuerdo, sin preocuparme por verificar si la reproduzco o no con exactitud. A una masa de aceite suspendida en un líquido se la atraviesa con una aguja a la que se le da un fuerte movimiento de rotación. Arrastrada por la aguja, la masa de aciete, que al principio es casi esférica, sufre la acción de la fuerza centrífuga y se aplasta ligeramente, fenómeno gracias al cual podemos concebir lo que sucedió con la Tierra, que no es rigurosametne esférica sino deformada de una manera similar a como se deforma la masa de aceite debido a la rotación alrededor del eje de los polos. Si se hace rotar la aguja con suficiente rapides, la deformación se acentúa y, luego, una parte de la masa se separa y forma un anillo, como sucedió con Saturno.
Esta identificación del alma con un bizcocho para pájaros -o también con una crêpe atravesada igualmente por el medio- se fundaba, según pienso, en la creencia de la existencia sustancial de mi alma, que no podía imaginar sino como un cuerpo sólido, pero formado de una materia poco consistente y de forma bastante irregular, cuerpo anidado quizás en cualquier repliegue de mi cráneo aunque esencialmente aéreo o sin peso, relacionado con los pájaros (colifichet) o los murciélagos (crêpe blanda y extendida como alas de murciélagos, que se fríe en la sartén y reproduce -cerca de la oscuridad del horno, del humo grasiento y del hollín-una especie de vuelo torpe comparable al revoloteo oscuro de esos mamíferos nocturnos).
Es muy probable que esta imagen me la haya proporcionado la experiencia siguiente, descrita en un libro de geografía elemental que transcribo aquí tal como la recuerdo, sin preocuparme por verificar si la reproduzco o no con exactitud. A una masa de aceite suspendida en un líquido se la atraviesa con una aguja a la que se le da un fuerte movimiento de rotación. Arrastrada por la aguja, la masa de aciete, que al principio es casi esférica, sufre la acción de la fuerza centrífuga y se aplasta ligeramente, fenómeno gracias al cual podemos concebir lo que sucedió con la Tierra, que no es rigurosametne esférica sino deformada de una manera similar a como se deforma la masa de aceite debido a la rotación alrededor del eje de los polos. Si se hace rotar la aguja con suficiente rapides, la deformación se acentúa y, luego, una parte de la masa se separa y forma un anillo, como sucedió con Saturno.
Esta identificación del alma con un bizcocho para pájaros -o también con una crêpe atravesada igualmente por el medio- se fundaba, según pienso, en la creencia de la existencia sustancial de mi alma, que no podía imaginar sino como un cuerpo sólido, pero formado de una materia poco consistente y de forma bastante irregular, cuerpo anidado quizás en cualquier repliegue de mi cráneo aunque esencialmente aéreo o sin peso, relacionado con los pájaros (colifichet) o los murciélagos (crêpe blanda y extendida como alas de murciélagos, que se fríe en la sartén y reproduce -cerca de la oscuridad del horno, del humo grasiento y del hollín-una especie de vuelo torpe comparable al revoloteo oscuro de esos mamíferos nocturnos).
de Edad de hombre,iniciada en 1939, es una autobiografía obsesiva de Michel Leiris, París, 1901-1990,
Susan Sontag dijo de él: "Cuando escribe, Leiris debe sentir el equivalente a la certeza que tiene el torero de arriesgarse a una cogida. Sólo entonces merece la pena escribir"
7 comentarios:
Karmen, después de un tiempito (colapso de mi conexión a internet) paso por tu casa y veo que le has "lavado la cara" al blog, y como siempre los artículos que se agradecen, este de El Alma, las imágenes de Francis Bacon y Federico García Lorca:
"Lo que no sospechaste
vive y tiembla en el aire."
Me quedo en estos versos tuyos:
"Así en ese barco
laceradas las velas
costado en llagas
alcanzarás la latitud del ábsit"
un abrazo
Lilián
Siempre tus palabras Lilian querida, me llegan cálidas y familiares, es el misterio como un vértice la poesía, que aglutina nuestras afinidades electivas, selectivas o como quiera llamárselas, y lo que al otro llega hace que uno sienta algo así como "misión cumplida"; pequeña misión desde luego, pero es que no hay misión más grande.
Un abrazo fuerte
k
Me gustó el párrafo en que el autor identifica el alma identificación del alma con un bizcocho para pájaros, aceptando que la misma "se fundaba, según pienso, en la creencia de la existencia sustancial de mi alma, que no podía imaginar sino como un cuerpo sólido, pero formado de una materia poco consistente ... esencialmente aéreo o sin peso"...
Una interesante sincretismo de Proust ( por auqllo de la 'madeleine', que en el contexto de Proust simboliza y evoca el pasado como un todo) y la teoría de la transmigración de la almas de Platón, específicamente cuando habla del Mito de la isla de Los bienaventurados , en la República...
Grandioso, muy vanguardista y surreal...
Un abrazo, K querida,
Aquileana :)
"En la mitología griega, las Islas de los Bienaventurados (en griego antiguo: μακάρων νῆσοι / makárôn nễsoi), constituían una parte del Hades donde las almas virtuosas gozaban de un reposo perfecto después de su muerte. Estaban situadas en los confines occidentales de Libia"
http://es.wikipedia.org/wiki/Islas_de_los_Bienaventurados
Otra fuente clásica / opuesta a la concepción de Platón: Aristóteles dixit:
La definición de alma que da Aristóteles es: primera entelequia del cuerpo físico que en potencia tiene vida. El alma es al cuerpo lo que la función es al órgano: El alma es al cuerpo lo que la visión al ojo. El alma es forma fin y acto en tanto que el cuerpo es materia, instrumento, potencia...
http://acacia.pntic.mec.es/~falvar4/aristoteles.htm
Saludos !!! Aquileana :)
Gracias querida Amalia por tus comentarios, tan ricos y nobles.
El alma, a la que llamamos misterio, y sin embargo es lo que vemos cada uno cuando nos miramos por dentro y dentro de los demás y lo demás, el alma humana decimos, como si fuera distinta, particular; no nos damos cuenta quizás que el alma está por todas partes, en todo y en todas partes. El dichoso Aristótéles buena la hizo jejeje
Un fuerte abrazo Amalia
k
El párrafo final es sublime!
Gracias Karmen por el enlace que me has dejado.
Es un vértigo para mí, un bello vértigo, leer a los surrealistas.
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