esa zona del alma
esa zona que funde
y al ángel conoce
y no la conoce el ángel
la potestad es disturbio
el arco trampa moratoria
para la flecha estupefacta
por el orden
por la orden: encuentra la zona
es lo que sobrepasa la inercia
mas esa diana es un facsímil
es la constatación del pánico
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C.Blázquez, de Ninguna luz es suave
Me encanta este poema. ¿Tienes por ahí algún poemario que pueda leer? Esto promete mucho.
ResponderEliminarAlber, me honra que disfrutes del poema;yo también me siento afín a tu escritura.
ResponderEliminarAquí en el blog es donde publico mis escritos,desperdigados en diferentes entradas; no tengo libros publicados, en formato de libro de papel se entiende; son poemarios de los que a mi antojo según el ánimo elijo tal o cual poema para ponerlo en el blog.
Un abrazo
k
La zona, el sin-lugar, lo nuncal, el movimiento de la flecha y la diana estupefacta de imposibilidad, el ritmo justo que envuelve este lanzarse a su busqueda... Es un maravilloso poema, querida Carmen, el nombramiento de una temible aventura: escribir lo otro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo otro,mi señorito Antónimo, lo que nos sobrepasa y nos encuentra,nos tira y nos recoje y nos vuelve a tirar, y así sucesivamente, es su quehacer.
ResponderEliminarGracias por la compañía, compañero del Sur, me sabes a los pies de tu Sub, yo,...terránea..
Abrazo
k